El uso de válvulas de Ahmed en el tratamiento
del glaucoma refractario en niños


Dres. P. Ramello, J. Falbo, A. Fandiño


RESUMEN
Objetivo: evaluar la efectividad del implante de la válvula de Ahmed (VA) en niños desde los 2 años de vida hasta los 16 años de edad, que presentaron glaucoma refractario al tratamiento quirúrgico convencional, atendidos en el Hospital Garrahan durante el periodo comprendido entre el 1 de enero de 2006 hasta el 30 de Junio de 2014. Resultados: Se incluyeron 16 ojos de 13 pacientes con un total de 17 VA colocadas. La presión intraocular (PIO) promedio de las tres últimas tomas antes de la colocación de la VA fue de 25,38 mm Hg con un rango de 19,33 mm Hg a 39,33 mm Hg. Todos estos pacientes se encontraban con tratamiento farmacológico tópico y nueve pacientes (69,2%) estaban medicados con acetazolamida vía oral. Trece ojos de 16 incluidos en este trabajo (81,25%) recibieron más de una cirugía filtrante previa. Los 3 ojos (18,75%) no operados previamente eran glaucomas secundarios a uveítis; se decidió colocar el dispositivo de drenaje de primera elección. Un solo ojo (6,25%) incluido en la presente serie requirió la colocación de una segunda VA. La PIO promedio al año de cirugía de la válvula fue de 13,36 mm Hg. y en los pacientes a los que se logró seguir por cinco años la PIO se mantuvo por debajo de 20 mm Hg. Ninguno de los pacientes a los que se les colocó válvula necesitó inhibidores de la anhidrasa carbónica por vía oral. Un 64,72% de los ojos a los que se les colocó VA no necesitó medicación para regular la PIO. Del 35,28% de los 17 ojos posquirúrgicos que debieron usar medicación tópica encontramos que un ojo (5,88%) requirió una droga, cuatro ojos (23,52%) demandaron el uso de dos drogas y un solo ojo (5,88%) necesitó tres drogas tópicas para mantener su PIO menor a 20 mm Hg. Las complicaciones posquirúrgicas tardías de la colocación de VA fueron en cuatro casos (23,5%) quistes conjuntivales perivalvulares, en uno (5,88%) hubo exposición del tubo que requirió su reposicionamiento, un caso (5,88%) presentó alteraciones de la motilidad ocular y otro (5,88%) desprendimiento de retina. Conclusión: La colocación de la VA es efectiva para el tratamiento del glaucoma infantil refractario porque se consiguió una disminución del 100% de la presión intraocular, con y sin medicación coadyuvante en los diversos controles de nuestro grupo de pacientes estudiados. El 64,7% de los pacientes no necesitó medicación tópica posterior a la cirugía y ninguno de ellos necesitó tratamiento con medicación sistémica para regular la PIO.

106 Medicina Infantil 2015; XXII [PDF]

Servicio de Oftalmología.
Hospital de Pediatría Juan P.Garrahan.